domingo, 3 de abril de 2011

Vidas

Me limito a no pensar. Lo que tenga que venir vendrá, no busco nada en concreto, me limito a vivir el tiempo que me regalan y a brindar por las personas que quiero. Me fumo el miedo y la vergüenza, me tiro a la tristeza y me río en la cara de las envidias. Soy fiel a mi orgullo y a mis principios. No me fío ni de mi sombra, y si fuera tú tampoco lo haría. Tenía sueños y se fueron de paseo, así que desde aquella ni sueño, y si lo hago los cumplo, o por lo menos lo intento. Nunca me quedo con las ganas de hacer algo. Algo se vuelve imposible si tú te lo propones, si piensas que te vas a derrumbar lo harás y si crees que tienes que ser feliz lo acabarás siendo. Yo me creo que soy feliz y aquí me tienes, con la sonrisa puesta. Me creo mis verdades, y lo que me digan los demás acerca de si miento o no me la pela, porque yo sé lo que hay. A veces hago cosas que no debería, pero igual que las hago sé pedir perdón a tiempo. Aprendo de los errores, aunque los vuelva a cometer una y otra vez. Nunca me arrepiento de las cosas que he hecho, suelo hacerlo más de las que no he hecho. Me llamarán lo que quieran, pero a mí siempre me ha importado una mierda lo que piensen de mí, así que de tan poco caso que les hago callan la boca. Vivo mi vida, no me hace falta más.



(reflexiones de los domingos)

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